Solidaridad con Honduras, por Madeline Mendoza de Nicaragua
Encontré muy conmovedor este informe, muy bien escrito, sobre un encuentro itinerante en Ocotal, Nicaragua, cerca de la frontera con Honduras.
Juan Stam
Juan Stam
Solidaridad con Honduras:
Reflexiones sobre el Encuentro Itinerante en Ocotal
(20-22 de noviembre de 2009)
Madeline Mendoza
joven bautista nicaragüense
Nos reunimos todas y todos en Ocotal, al Norte de Nicaragua, unidos por el lazo inquebrantable de la solidaridad. Nos autoconvocamos por el hermano pueblo de Honduras y los pueblos mesoamericanos en resistencia, y como expresó un compañero en la noche de inauguración: “Estos días, Ocotal es la capital de la solidaridad en el Norte de Nicaragua”.
También de manera tan diáfana y con certera puntería, alguien recordó unas palabras del Subcomandante Marcos: “Los rebeldes se buscan entre sí. Se caminan unos hacia los otros. Se encuentran y, juntos, rompen otros cercos. En el campo y en la ciudad, en las provincias, en las naciones, en los continentes, los rebeldes empiezan a reconocerse, a saberse iguales y diferentes. Siguen en su fatigoso andar, caminan como hay que caminar ahora, es decir, luchando...”
Ocotal alojó estos días a muchos de esos rebeldes que se buscan entre sí, que llegaron de diferentes lugares como México, El salvador, Panamá, Honduras, y Costa Rica. Además de lugares más lejanos como Brasil, España, Finlandia, Irlanda, Nueva Zelanda y Argentina.
Por encima de cualquier dificultad surgida en el camino, fue posible encontrarse y compartir trozos grandes de solidaridad con nuestros compañeros y compañeras de la Resistencia hondureña. Aunque la organización se haya hecho con las uñas, al final quedó demostrada la terquedad de los rebeldes para buscarse y encontrarse. Y es que, como afirmaba un compa hondureño entonando una consigna “¡podrán quitarnos todo, menos la alegría!”, “¡podrán quitarnos todo, menos la esperanza!” La alegría y la esperanza que prevalecen por encima del mal y el terror que siembran los títeres del imperio, que pretenden amedrentar la valentía de un pueblo en pie de lucha por su liberación.
Hay algunas cosas que suelen quedárseme bien grabadas, como fue el hecho de confirmar una vez más la actitud rastrera de algunos líderes religiosos (católicos y evangélicos) que apoyan y defienden los intereses de los poderosos. Es tan indignante ver la manera en que prostituyen y traicionan al Evangelio. Por otro lado, es esperanzador reconocer que hay quienes se mantienen fieles al camino del discipulado y se convierten en agentes que nutren la lucha del pueblo, reivindicando las palabras: “El Señor es justo y ama la justicia” (Salmo 11:7); o recordando al profeta Isaías que denuncia “¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos!” (Isaías 10:1-2).
Es primordial desenmascarar a los enemigos de siempre y arrancar los disfraces que hoy se ponen los explotadores. Pudimos confirmar los retos que se enfrentan ante tanta perversión del lenguaje. Y es que los expoliadores se han construido todo un nuevo diccionario; un diccionario que tiene las definiciones patas arriba, pues nos hablan de democracia, desarrollo, soberanía y patria, cuando en realidad se trata de dictadura, explotación y saqueo, neocolonialismo, y entreguismo. Hoy luchamos contra la derecha asesina y vende patria de antaño, pero también contra nuevos enemigos que se visten de ovejas, con trajes de revolucionarios, pero que en su práctica concreta siguen emulando la idolatría del mercado y al capitalismo salvaje. Esos personajes ficticios se amparan bajo discursos de izquierda –sembrando mayor confusión-, se sientan en sillas de escarnecedores, y celebran las palmaditas en la espalda que les da el FMI. Luchamos contra la gran mentira que nos quiere hacer alucinar con revoluciones de papel.
Fue importante develar muchos rostros contra los que estamos resistiendo, y darnos cuenta de que las formas en que el sistema está operando en nuestra región es la misma, y aunque duela en lo más profundo del corazón, necesitamos reconocer que muchos han desertado del camino de resistencia, se nos han cruzado al otro lado y nadan con la corriente del sistema. Los pueblos mesoamericanos nos encontramos luchando contra los mismos gigantes, sólo cambian los nombres o las marcas de un país a otro. Los mecanismos de explotación aplicados son iguales, las mentiras las mismas. Pero al final de cuentas, llegamos a reconocernos como en un espejo cuando escuchamos los relatos de resistencia de las y los compañeros de otros países. He ahí la importancia de articular la lucha, de formar una sola muralla que resista las embestidas del sistema y sus planes de afianzamiento disfrazados de “desarrollo”, como los proyectos integracionistas neoliberales que dictan hoy las prioridades de los gobiernos en nuestra región. Tal es el caso del Proyecto Mesoamérica (PPP) que sigue avanzando, desgarrando las entrañas de nuestros pueblos.
La valentía de tantas compañeras y compañeros en resistencia permanente, es sumamente admirable. Escuchar acerca de los atentados, golpes, y todo tipo de violación a los derechos humanos que están viviendo miles de personas en nuestros países, fue impactante. Más impresionante aún es la disposición de estas mismas personas a seguir adelante, y llegar hasta las últimas consecuencias por la causa de la justicia.
Los protagonistas de estos relatos que tejemos juntos y que conforman nuestra historia como pueblos, son los oprimidos y postergados de siempre, que tienen el mismo rostro a lo largo y ancho de nuestro continente: indígenas, pueblos afro-caribeños, campesinos, mujeres a quienes se les arrebatan sus derechos, sindicalistas, obreros, etc. Resalta aquí, por lo tanto, la imprescindible necesidad de organizarse regionalmente para enfrentar al mismo enemigo desde la trinchera en que nos encontremos cada uno.
El último día por la tarde, mientras estábamos en la línea fronteriza entre Honduras y Nicaragua, hubo un momento en el que nos unimos en un círculo, tomados de las manos, expresando nuestra solidaridad con la resistencia del hermano pueblo hondureño. Ese acto tan simbólico, unió a gente de diversas partes del mundo por una misma causa, representó la gran muralla que hemos moldeado, como la que describe Nicolás Guillén en su famoso poema. Así, en esa línea que divide a dos pueblos, nosotros nos unimos formando una muralla de manos negras, mestizas, indígenas y blancas; una muralla con eslabones de diferentes regiones de nuestra patria latinoamericana y del mundo; una muralla que se cierra a las armas de los generales y a los fantasmas de las dictaduras; una muralla que se abre al corazón de las compañeras y compañeros en resistencia; una muralla que se cierra a la mentira y al terror; una muralla que se abre a la esperanza.
Cuando llegó el momento de ver partir a las y los compañeros de Honduras, fue inevitable sentir un nudo en la garganta. Nos encontrábamos tan sólo a centímetros de distancia entre la barbarie del golpe con sus gorilas apostados frente a nosotros y la muralla de solidaridad del lado nicaragüense. ¡Adiós!, les dijimos a las compañeras que cruzaron la cadena divisoria, para seguir enfrentando al gigante. Tan lejos y tan cerca…sólo unos centímetros entre Nicaragua y Honduras, y las compañeras se dispusieron nuevamente hacia el campo de batalla. Nosotros, del otro lado, animándoles, gritando a todo pulmón contra los golpistas, y diciéndoles a todos los que se encuentran en resistencia, como queriendo que el viento llevara hasta ellos nuestras voces: “¡Hasta la victoria siempre!”
Comentarios
Madeline
Estimado Ricardo,Creo que ha mal interpretado mis palabras. En ninguna parte afirmo ser ni de izquierda, ni socialista, ni de derecha, ni partidaria de los señores Zelaya, Chávez u Ortega. Y estaría muy agradecida si no se me ponen etiquetas de ese tipo, o se me trata de homogenizar catalogándome dentro de esos términos (derecha-izquierda), que aunque yo misma los mencione, fue porque son las palabras utilizadas comúnmente para designar ciertas posiciones políticas. No sé por qué tendría la impresión de que estaba defendiendo alguna de esas categorías o conceptos que menciona (izquierda, derecha, socialismo, materialismo dialéctico, o a personas particulares como los presidentes que menciona en su comentario). Esas categorías realmente no llenan de sentido mi vida, menos aún trato de defender a una persona en particular, en tal caso al señor Zelaya. Como podrá notar hago comentarios críticos tanto a la llamada “derecha” como a muchos que se denominan hoy de “izquierda”. Muchos discursos quedan vacíos cuando los contrastamos con las acciones o las obras. Es como cuando decimos ser cristianos y predicamos bonito, pero nuestras obras contradicen nuestro discurso. Por tanto, frente a tantas mentiras y manipulaciones que hay desde distintos lados, nos queda conocer a las personas por sus frutos. Es por eso que no debemos dejarnos engañar por espejismos de “izquierda” o “derecha”, sino examinar la práctica concreta de quienes, en tal caso, ocupan posiciones de poder. No creo, en ningún momento, que para ser considerado cristiano deba apoyar a Zelaya o a tal persona, en realidad no podemos arrogarnos el derecho de afirmar quién es de verdad cristiano y quién no. No obstante, doy gracias al Señor por iluminarnos en su Palabra con los versículos que dicen: “por sus frutos los conoceréis”, y “en esto conocerán que sois mis discípulos, si tuvieres amor los unos con los otros”. La situación del golpe militar trasciende, en mi opinión, a la persona de Zelaya -pudo tratarse de cualquier otro. Quién estaba en el poder no es lo que tiene relevancia para mí, sino más bien las situaciones de injusticia y las causas subyacentes que llevaron al golpe de estado. Igual me importaría si fuera en otra parte del mundo. Más bien, el golpe ha sido contra esa parte del pueblo que ha venido organizándose desde hace años en Honduras y que apenas empezaban a alcanzar algunas reivindicaciones a sus derechos. El golpe es contra esos movimientos sociales que están despertando en Honduras y en diferentes países latinoamericanos. Para mí es irrelevante quien haya estado en la presidencia hondureña, el asunto de fondo tiene que ver con las luchas que enarbola parte de ese pueblo, en su mayoría personas que históricamente han sido marginadas y oprimidas, como es el caso de las comunidades indígenas. No ataco a quien no apoya a Zelaya, porque yo misma no me considero abanderada de un partido político o de un líder político en particular. A quien sí apoyo es al pueblo hondureño que está buscando reivindicaciones a derechos humanos básicos que han sido pisoteados por años. No pretendo tener la verdad, simplemente opiné basándome en los testimonios que he escuchado personalmente, la información a la que hemos tenido acceso a través diferentes medios de comunicación, y la experiencia personal al visitar algunas de las zonas con población indígena y campesina más marginada en el vecino país.Tiene razón al decir que no podemos homogenizar a las personas y atacarlas cuando disienten de nuestras opiniones, lo cual espero no se haya interpretado de mi parte. También es muy cierto que se puede ser de izquierda y criticar las actividades de Zelaya o de cualquier otro que así se denomine, porque al final son sus obras las que hablan por ellos; y, como ya mencioné antes, necesitamos examinar las cosas más allá de los nombres que se les ponga (le recuerdo que Zelaya forma parte de un partido de derecha, no de izquierda).En todo caso, la única bandera que quisiera enarbolar y defender es la que me guía hacia el camino que enseña Jesús, es la que defiende los valores del Reino de Dios, tales como el amor, la solidaridad y la justicia. En tal sentido, con todas mis debilidades e incoherencias, trato de seguir y defender lo que abona a la construcción de la justicia y por tanto a la paz. Si a alguien pretendo seguir en la vida es a nuestro Señor Jesucristo, a quien le pido con toda humildad que me ayude a caminar conforme al rumbo que nos enseña en su Palabra, y que me dé también la capacidad, en todo momento, de rectificar cuando me equivoque y de levantarme cuando caiga o falle, o ande muy lejos del camino -porque estoy segura de que sucederá muchas veces. Dios lo bendiga.
juanstam
Ricardo, no entiendo tu respuesta. No se trata de defender a Zelaya a no, sino de defender un gobierno de facto, golpista, represivo y asesino o defender el orden constitucional de Honduras. Si Zelaya fuera culpable de algún delito, debían acusarlo legalmente y meterle a juicio pero no secuestrarlo violentamente. No lo demandaron legalmente sino hasta después de su golpe. Defender a esos criminales es contradecir al evangelio, aunque sea sin darse cuenta. No hay vuelta de la tortilla. Abrazos, Juan
Ricardo
Todos nos oponemos al golpe de estado en Honduras y especialmente a la represión violenta que ha seguido. La Democracia es, el mejor sistema POLITICO que hemos encontrado para gobernarnos a largo plazo. Pero, la Democracia requiere invertir tiempo y esfuerzo en ajustar nuestros medidas para ganar más apoyo de los gobernados. La Política, por definición, requiere arreglos, componendas, diálogo.Zelaya ganó las previas elecciones. Una vez en el poder desapareció el diálogo. Se echó encima no solo a sus oponentes tradicionales, sino que también a gran parte de sus mismos partidarios y colegas del partido Liberal, gran parte de la maquinaria del gobierno nacional y una cantidad substancial de votantes. Tratar de asignarle a este grupo tan diverso el título de “Los Poderosos” es manipulación barata que no es digna de un cristiano.El problema de muchos en Honduras es cómo repudiar el golpe de estado militar a la vez que se repudia el autogolpe que Zelaya estaba en proceso de fabricar.En las frases que acabo de escribir hay conceptos que podemos y debemos discutir. Es posible que cristianos analicen los hechos y lleguen a conclusiones distintas de las mías. A lo que yo me opongo es a juzgar nuestras intenciones a priori como “traición al Evangelio.” Como cristianos podemos pasar toda una vida conversando sobre cómo interpretar Romanos 13 o Apocalipsis 17 o más importante, cómo VIVIR esa interpretación. Es posible que mi interpretación sea equivocada, es posible que mis decisiones resulten ser contraproducentes en mi esfuerzo de poner en práctica mi amor al prójimo. No sería la primera vez. Vivimos en un mundo imperfecto y muchas veces nuestras decisiones no son blanco y negro, sino cual de los grises escoger.
Ricardo
Tengo que suponer que TODOS los cristianos estamos tratando de amar a nuestros prójimos de la mejor forma que Dios nos ilumina hacerlo. En algunos casos, nuestros esfuerzos por la derecha han terminado siendo paliativos. En otros casos, nuestros esfuerzos por la izquierda han terminado generando una represión militar que ha dejado a nuestros prójimos peor de cómo estaban antes. Podemos discutir métodos de acción cívica: ¿qué medidas serán más eficientes para mejorar la situación de nuestros pueblos? O, podemos tener un estudio bíblico sobre qué significa ser leal al Evangelio. Pero lo que no acepto es juzgar como traición al Evangelio una u otra medida de acción cívica.
juanstam
Personalmente discrepo de tu interpretación del gobierno de Zelaya, por no corresponder a los hechos históricos sino a la interpretación del proceso según los mismos golpistas. Pero eso no tiene nada que ver ahora con la dictadura militar que sufre Honduras. Hubo críticas bastante parecidas de la República Weimar con que los nazis en efecto defendían a Hitler, con argumentos parecidos a los tuyos: Reconocía que Hitler era malo pero insistían en la culpa de otros en vez de denunciar el nazismo. Son muy discutibles los "abusos" de Zelaya contra el proceso democrático, pero indiscutibles y criminales los abusos de los golpistas. En la Resistencia están muchos que comparten tus críticas de Zelaya, y están en su derecho, pero lo importante es que ellos sí están en la Resistencia, activa y agresivamente, y no denunciando a Zelaya desde las barras. A estas alturas, denunciar a Zelaya, con o sin razón, es apoyar a los golpistas. Te recomiendo dejar a Zelaya en paz y levantar tu voz sin tapujos contra la dictadura golpista. Bueno, un abrazo, amigos siempre, Juan
Ricardo
Lei con interes el articulo de Madeline Mendez. Mi primera impresion es que se ha perdido la humanidad tanto de los partidarios de Zelaya como de los demas. Nos estamos perdiendo en consignas, ignorando a los individuos, cada uno hijo de Dios. El problema basico que tengo con la Izquierda Organizada es que aunque predicamos el Materialismo Dialectico, a la hora de las verdades no lo ponemos en practica. En ningun momento veo un poco de humildad, de aceptar que la Tesis actual en Honduras se combinara con nuestra Anti-tesis, llegando a una Sintesis distinta, que se convierte de nuevo en Tesis. A fin de cuentas, el Socialismo que algunos predicamos, de llegarse a producir, terminaria siendo una sintesis, que inmediatamente pasaria a ser tesis, mezclandose con la anti-tesis siguiente, avanzando hacia un futuro que no conocemos. En vez, lo que oigo son declaraciones de que nosotros -y solo nosotros- tenemos acceso a LA VERDAD, y todos los demas estan equivocados. Tanto Chavez como Ortega se han dedicado a la represion de cualquier opinion que no este de acuerdo con la suya, al igual o peor de lo que se ve al regimen pseudo-militar hacer tambien. En el caso de Honduras, como en cualquier caso, no es tan sencillo. Es posible, como se ha visto, ser de izquierda y la misma vez ser critico de las actividades de Zelaya. Asimismo, es posible ser de derecha y apoyar algunos de los puntos que Zelaya estaba tratando de impulsar. El atacar a todo el que no apoya a Zelaya de ser anti-Cristiano es una receta para marginarse del dialogo civico. Y de tergiverzar puntos basicos del amor revolucionario predicado por Jesus. Seria como atacar a todo Yanki sin darnos cuenta que Estados Unidos no es homogeneo, que hay gringos de Derecha y de Izquierda, que en estos momentos EUA es el segundo pais del mundo, despues de Mexico, con mas Latinos, y que cada uno de esos gringos, tambien, es hijo de Dios.Tenemos que llegar a un punto en donde todas las partes acepten que nadie sabe, a ciencia cierta, cual es la solucion a nuestros problemas, y que cada uno de nosotros tiene esa chispita de Luz Divina, que exige que respetemos cada opinion, por diferente a la nuestra que sea.
juanstam
Personalmente discrepo de tu interpretación del gobierno de Zelaya, por no corresponder a los hechos históricos sino a la interpretación del proceso según los mismos golpistas. Pero eso no tiene nada que ver ahora con la dictadura militar que sufre Honduras. Hubo críticas bastante parecidas de la República Weimar con que los nazis en efecto defendían a Hitler, con argumentos parecidos a los tuyos: Reconocía que Hitler era malo pero insistían en la culpa de otros en vez de denunciar el nazismo. Son muy discutibles los "abusos" de Zelaya contra el proceso democrático, pero indiscutibles y criminales los abusos de los golpistas. En la Resistencia están muchos que comparten tus críticas de Zelaya, y están en su derecho, pero lo importante es que ellos sí están en la Resistencia, activa y agresivamente, y no denunciando a Zelaya desde las barras. A estas alturas, denunciar a Zelaya, con o sin razón, es apoyar a los golpistas. Te recomiendo dejar a Zelaya en paz y levantar tu voz sin tapujos contra la dictadura golpista. Bueno, un abrazo, amigos siempre, Juan
juanstam
Aquí discrepo de nuevo. Bajo Hitler la gran mayoría de los "cristianos", tanto protestantes como evangélicos, apoyaban abiertamente al nazismo, y eso fue traición al evangelio. Los que defienden los asesinos y torturadores y violadores de mujeres y demás atrocidades del gobierno golpista hondureño, o están traicionando al evangelio o están dejándose engañar, o ambas cosas. ¿Cómo puede ser de otra manera? Abrazos de amor cristiano (amor eficaz, como decía Camilo Torres), Juan
juanstam
Estoy en total desacuerdo con mi buen amigo Ricardo! Con lo que él menosprecia como "consignas", y yo llamo "convicciones", no estamos perdiendo nuestra humanidad sino descubriendo y afirmándola. Considero que el informe de Madeline es profunda y hermosamente humano. La resistencia hondureña no pretende ser la "síntesis" final del proceso histórico del mundo, sino una lucha por un poco más de justicia y humanidad en Honduras. Algunos de ellos son muy críticos de Zelaya, otros menos, y eso es discutible (personalmente creo que Zelaya es un buen presidente), pero todos se oponen al criminal e injustificable golpe de estado y toda la represión violenta que ha seguido, hasta el mismo día de la farsa electorera. Esas no son "consignas" sino hechos reales. Además de mentiroso (comenzando con el absurdo argumento de que el sondeo popular no vinculante era para seguir Zelaya en el poder, después la falsificada carta de renuncia y las constante mentiras repetidas por los medios masivos nacionales e internacionales), el gobierno golpista es militarista y cruelmente represivo (evito la palabra "fascista", pero creo que lo es, en una escala menor pero real). Para mí, lo más impresionante es que la Resistencia no es amargada, ni mucho menos violenta. Honduras necesita una constituyente para que su gobierno comience a ser un poco humanitario. Es fundamental informarse fiel y ampliamente, con los diferentes medios de comunicación. ¡Vuelvo a felicitarle a Madelina por su hermoso informe!
Ricardo
No es posible conversar así. Hay suficiente escrito sobre la experiencia dentro del Nazismo para decirle, don Juan, lo que usted ya sabe: que acusar a los Cristianos Alemanes de defender asesinos y violadores es texto sin contexto. Hay razones validas para estar en contra de Zelaya. Eso no significa estar a favor de la represión militar. NADIE está tratando de ser engañado. Desgraciadamente, a veces Cristianos, con las mejores intenciones, hemos sido manipulados por ambos bandos, para sus propios objetivos. Tenemos que poder conversar sobre los hechos y planteamientos sin acusar a priori a nuestros oponentes de traicionar el evangelio.
JAIME BARBOZA SALAS
La verdad con el respeto que semerecn todos mis hermanos, este es un tema que solo esta en las manos del Señor Jesus,nostros estamos para colaborar en la oracion.La palabra de DIOS no habla de un hijo de DIOS que sea de izquierda y otro de derecha.Mejor todo dejemos en las manos de DIOS.
Fabricio
Amados compañeros, deseo añadirme al intercambio discursivo planteado, este blog es único, permite que difrentes puntos de vista -de cristianos, y del que que quiera, ¿no?- sean compartidos. Asi que nuevamente agradezco al pastor Juan por permitir este, de algún modo, agenciamiento. Hace poco leia la conferencia que el pastor Juan público concerniente al quehacer teológico, que por supuesto nadie se ha dignado a comentar. Me llama la atención la manera en que inicia. Dice: es importante recordar que la teología cristiana tuvo un origen misionero...Qué barbaro!, ¿no? La cuestión es que aquel esfuerzo de ordenar las verdades de la fe, nace de la praxis misma de compartir la buena nueva, el evangelio por el que somos transformados, nacidos de nuevo, regenerados con ocasión dar de lo que hemos por gracia recibido: la salvación por supuesto, que es por la fe, claro, pero que es al fin de cuentas por el amor primigenio que permite el emergimiento de la esperanza en cada un@ de nosotr@s. Me parece que los cristian@s, allí me incluyo, a veces pensamos, sentimos y actuamos a-históricamente. Como congregaciones nos solemos volver subsociedades dentro de la sociedad, subculturas dentro de la cultura. No digo que proyectemos una hegemonia sobre la totalidad. Sino que por el contrario aceptamos la totalidad como si nada, y en ella -por la que creemos ser- nos encerramos. Vivimos atatdos a las definiciones implicitas en ella, sujetamos nuestra acción a como ella quiere que se actúe. Como cristian@s no dimensionamos la manera que nuestra existencia se ve instalada en un mundo (aquí hablo de mundo como una totalidad de sentido, como el conjunto de interpretaciones hegemonico que podemos tener sobre lo que hay: la tierra- que se plantea, quiere seguirse planteando irreductible; un mundo cuyo valor se construye desde el predominio de una razón, la instrumental, acorde con los dictados del capital. El problema estriba en que no sabemos lo sufriente que se vive desde los que son marginados-negados física y metafísicamente. Si YO tengo mi pan de cada día, si YO tengo un techo donde refugiarme, si YO tengo un vestido, si Yo tengo un trabajo, si Yo tengo un(a) espos@, un hij@ y un perrito, a mí, el YO que digo ser, qué me puede importar que haya otroas que sufran y mueran cada día, que haya otroas que marchan, que se reunen y organizan y quieren encontrarse de otro modo en ese camino del luchar por que el amor se dé....simplemente a veces es mejor avandonarse a la complicidad del silencio, a la seguridad que este puede brindar tras aceptar el confort de todos los días, que instala una existencia mimetica, eco de la totalidad que la define...Así, como decía un compañero: muchos escuchan la palabra revolución y se cubren sus oídos, han decidido abandonarse a cierto escepticismo que cotidianamente se reproduce y desarrolla ante todo lo que pasa, pasó y puede pasar; se entregan a los caprichos de quienes en nuestro (tu) país se arrojan el derecho de gobernar y mandar sin obedecer; escepticismo que los protege frente al riesgo de ver lo que sucede como lo que sucede sin más: hambre y desnutrición, desempleo y falta de educación, de vivienda, de justicia.Muchos escuchan la palabra revolución y deciden que mejor es el confort que la vivencia de las circunstancias les permite pues, ¿Para qué desgastarse o abatirse tanto si al fin de cuentas ese es el mundo? Fatalismo malsano que impide el movimiento autentico, que transforma, que obra por desplazamientos múltiples para devenir otros y otras.Muchos escuchan la palabra revolución y pensaran que el (tu) país está lo suficientemente bien, los suficientemente seguro y estable como para que se hable nuevamente de revolución pues qué sueño más romántico, ¿no? Aunque debería ser más bien por qué ¿no? desafiar la tan pretendida benigna institucionalidad.Muchos escuchan pues la palabra revolución y huyen cuando debería de ser algo tan próximo, tan cercano y prometedor pues ella no solo se prepara con fusiles y tiros, se necesita también combatir desde la academia, desde los lugares a los que estamos sujetados, comenzar por subvertirnos a nosotros mismos, ser otros para alcanzar lo otro, hablar de otra manera, pensar e incluso reírse de otra manera, vislumbrar la otra política, la otra democracia, el otro estado, la otra justicia, etc… ¿Es vida esto que creemos vivir en medio de unas circunstancias tan adversas a su autentica potenciación? Piensa, siente, actua: “¡Maldita vida en la que el hombre ni siquiera puede morir si no tiene dinero!” (R.L. Stevenson). Tú eres el otro-la otra, nosotros, todas y todos, somos los otros-las otras. ¿Por qué no entonces hablar y escuchar y hacer? porque es que lo que se reivindica, en un plano más allá de las posibilidades que nos puede brindar el derecho, las formas jurídicas en general, repetimos, lo que se reivindica es la factibilidad de ser en todo esto cuanto hay que puede y debe darse como un mundo de justicia. La vida, con todo lo que ella implica, la razón y la razonabilidad que ella reclama dentro de los anhelos de cualquiera, es decir, eso de poder trabajar donde tal sea el fundamento de la sociabilidad no mediada e instrumentalizada por la relación de costo-beneficio, eso de poder resguardarse bajo un techo que permita el desarrollo de la familia en integridad, también aquello de poder contar con la salud corporal y mental, de poder instruirse-educarse no solo para el fortalecimiento individual sino colectivo, de poder contar con una cultura e identidad, eso y más y que se dice es lo mínimo. Camio Torres enfatizaba, como hombre y cristiano que fue, y cuya memoria está presente aún: El hombre es una realidad integrada natural y sobrenaturalmente.El hombre integrado desde el punto de vista materia-espíritu, natural-sobrenatural, debe estar amando.Así las cosas, ¿qué tiene que ver el cristiano en lo natural? En lo natural, en lo temporal, los cristianos no se diferencian de los demás. Pero tenemos la obligación de diferenciarnos, de ser mejores. Tenemos comoimperativo el amor, que si es real debe ser eficaz integralmente, tanto en lo natural como en lo sobrenatural.Si no somos eficaces, si no damos frutos (por ellos nos conocerán), no estamos amando.Por consiguiente el compromiso temporal del cristiano es un mandato del amor. Debe encaminarse con eficacia y hacia el hombre integral materia-espíritu, natural-sobrenatural. Lo que diferencia al cristiano en elcampo natural es su manera de amar, a la manera de Cristo, impulsado por Él.Enfatizo: los cristianos debemos amar hasta tal punto, que seamoscada vez más solidarios con toda la humanidad. Por eso Camilo inquietaba: El cristiano en una sociedad pluralista, con problemas económicos, sociales, etc., se encuentra en situaciones que lo sumen en la perplejidad, ¿debe permanecer a la expectativa?, ¿debe actuar?Digo: Qué pueden decir?, Qué podemos decir?, Qué podemos pensar-hacer, sentir-hacer?Como escribo el hermano Juan: Los y las teólogos deben ser algo así como el “cerebro estratégico” de la iglesia para su misión en el mundo. Deben comprender a fondo el tiempo en que viven. Deben ir orientando al pueblo de Dios con pericia y percepción para las estrategias eficaces de su misión. Y deben tener liderazgo, credibilidad y fuerza de convocatoria ante el pueblo, para acompañarlo en su marcha en la historia, en servicio del Reino de Dios.Ahora, muchos (pastores, lideres, demás) se escudan en estas palabras: No ameis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él (I Jn 2:15 RV) Como si ellas implicaran retrotraernos de ser luz en él. Lo que no saben es que la exhortación de Juan hoy tiene una valdiez extrema. Este mundo, tal cual se da, debe ser negado, alumbrado con la luz que nos alumbró y transformo y asi nos hizo otros y otras. La esencia de nuestra praxis es la de dar lo que hemos recibido. De este modo: Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas (si somos facilitadores de este mundo de codicia, en si, hoy, de capital, de vanidad y deseo maltrecho), mentimos, y no prácticamos la verdad ( I Juan 1:1 RV)....exacto!, la verdad, que es haberle conocido a EL! y con EL al autentico AMOR, la autentica FE, la autentica ESPERANZA...porque: El que dice permanecer en él, debe andar como EL anduvo (I Juan 2:6 RV).No los aburro más, hubiese querido escribir más, y les pido perdon si fui impertinente, igual estoy seguro de poder seguir compartiendo con ustedes desde este espacio, creanme cuando les digo, que puedo decir: los amo sinceramente.PDTA: Comparto con ustedes unos versos de Ernesto Cardenal:Pero yo podré hablar de ti a mis hermanosTe ensalzaré en la reunión de nuestro puebloResonarán mis himnos en medio de un gran puebloLos pobres tendrán un banqueteNuestro pueblo celebrará una gran fiestaEl pueblo nuevo que va a nacer