¡Mucho cuidado! la adoración puede ser peligrosa

La peligrosidad de la adoración.

Juan Stam
Juan Stam

 ¡Mucho cuidado! la adoración puede

ser peligrosa

¡Ningún error más fatal que pensar que la adoración es un placentero pasatiempo espiritual para el deleite sublime del alma!  El Apocalipsis nos enseña la asombrosa seriedad, la solemnidad y la peligrosidad de la verdadera adoración.  En las categorías de Sören Kierkegaard, la "adoración" a un nivel meramente estético, por bella que sea, no es más que una blasfemia y una abominación delante del Señor.  La verdadera adoración tiene que llevarnos al nivel ético y existencial.  Estar delante del Señor de la historia, que está Sentado en el Trono, significa tener que comprometernos históricamente con su voluntad.

Cuando nos hallamos frente al Ocupante del Trono, cuando nos hemos arrodillado delante del Señor del universo, se nos transforma nuestra visión de todas las cosas.  Es imposible adorar verdaderamente sin comprometerse en el acto con los valores del Reino y la voluntad de aquel que está sentado en el Trono.  Si no, no es adoración sino hipocresía.  Nuestro Dios es el Señor del universo, de la historia, y de todas las naciones; adorarle es ponernos incondicionalmente a su disposición, hasta las últimas consecuencias, para ser colaboradores con él en sus propósitos.  La adoración y la oración son los actos más revolucionarios que podemos realizar.

La adoración verdadera nunca puede ser históricamente escapista ni políticamente neutral.  En las doxologías de estos capítulos, como en todo su libro, Juan de Patmos declara explícitamente y sin titubeos sus opciones ideológicas.  Entre alabanza y alabanza van fuertes denuncias de la idolatría del sistema imperialista, y no es por eso menos adoración sino más adoración, adoración auténtica.  Una "adoración" espiritualoide y etérea, por muy piadosa que parezca, no tiene nada que ver con aquel que está Sentado en el Trono y con su Reino de justicia.

Aunque se hallaba prisionero por su fe, Juan de Patmós no tenía miedo, en su adoración como en todo su libro, de declarar su compromiso con el Señor de señores y de denunciar las idolatrías, injusticias y opresiones de su época.  Su adoración era un auténtico acto de fe y compromiso a los pies del Señor de la historia.  Tal adoración siempre parecerá subversiva y será peligrosa.  En todo su libro Juan está llamando a los fieles a ser consecuentes con su fe y su adoración, aun cuando para unos significaría una muerte segura.

Por Juan Stam B.

Revisado agosto 2018


Comentarios

Lidia Lariño

Muchas gracias, hermano Stam por sus reflexiones. Vivo en Ingeniero Maschwitz, Prov, de Buenos Aires, Argentina. Sus palabras son una exhortación imprescindible en las iglesias que conozco donde vivo. Las compartiré entre quienes conozco y espero que a ellos les sea de tanta bendición como lo son para mí.Dios siga fortaleciéndolo en compartir la luz de la Palabra.

maria lourdes

gracias hermano juan, gracias , usted es una bendicion para nostros , le damos adoracion a DIOS por su bondad de concedernos quien nos ensene , le quiero y bendigo, en jesus siempre, usted nos dja un legado generoso de ensenarnos mas acerca del caracter de DIOS a travez de las escrituras ''

Ana Aucacama

me he quedado sorprendida con lo que leí. quisiera saber si me podrían explicar por favor . lo leí por primera vez .. y me gustaría comprender un poco mas claro.

Richard del Jesús

Estoy de acuerdo con su posición hermano Stam.No obstante, Juan no fue tan explícito por causa de los riesgos que implicaba la lectura de su carta por parte del Imperio. Pues, él tuvo que recurrir a generar un texto lleno de figuras literarias que eran comprensibles para los receptores de la época. Ellos no necesitaban de las herramientas que requerimos nosotros para entender ciertos pasajes del libro. Sin embargo, no se quita lo osado frente al riesgo de la interceptación de la carta y su origen.Saludos. Buen escrito.Aquí mi blog https://richarddeljesusblog.wordpress.com/

Jesús Rodriguez

Hermano Juan, saludos, estoy totalmente de acuerdo con la adoración, El padre está buscando adoradores que le adoren en Espíritu y en verdad, si no hay compromiso no hay verdad en la adoración porque el es la verdad. Adoración sin verdad y sin revelación es pura religiosidad terrenal y diabólica.

Carlos Herrera

Ya el profeta Isaias lo decía "este pueblo de labios me honra pero su corazón esta lejos de mí" y eso significaba esa falsa adoración ya que no había compromiso con el Dios Yavé, por eso debemos de adorarlo con todo nuestro ser sin importar las consecuencias de nuestra adoración.

Armel A.Brizuela

Escueto,pero mas sustancial no puede ser,como más claro no canta un gallo. Pero cómo hacer para que se tome conciencia en medio de estos tiempos tan cargados de corrientes doctrinales espurias, por decir lo menos. Estos brotes de valentía oxigenan nuestro erarecido medio espiritual! Muchas gracias por esta reflexión tan atinada!Un abrazo cibernético en y desde el nuevo epicentro de Covi (hispanoamérica).Armel


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