Los 33 bajo tierra y los 33 del Galileo
Poema por Andrés Contreras Opazo ("Singer") de la Comunidad Teológica de Concepcion, Chile
Los 33 Bajo Tierra y los 33 del Galileo
La escena era de película, una zona árida de mucha roca y polvo; 33 hombres que iban directo a un calvario subterráneo después de un derrumbe donde la tierra tembló…
Un galileo de 33 años estaba en la escena cargando una pesada cruz en un terreno árido y seco, también sabía que iba directo a un calvario humano y divino…
Toda la sociedad del país estaba preocupada acerca de lo acontecido, las familias de los hombres lloraban sin esperanza alguna, y con la incertidumbre de no saber si estaban vivos o muertos…
En el camino, muchas mujeres lloraban por el galileo que llevaba la cruz, algunos que lo habían seguido se alejaban, a pesar de que todo el pueblo sabía quien era el hijo del carpintero…
Los esfuerzos civiles y tecnológicos eran increíbles, se seguía trabajando día y noche para tener alguna respuesta de los hombres que estaban bajo tierra, los ánimos eran tensos…
Derrepente apareció un hombre que ayudo al galileo a llevar la pesada cruz, era un esfuerzo humano que no ceso de acompañarlo hasta llegar cercano al monte donde tenía que estar, el ánimo para llevar la cruz casi no aparecía…
Ya habían pasado casi 17 días y la agonía, el sufrimiento, la angustia era insoportable, las sondas iban y venían sin resultados, no había noticias de aquellos hombres profesionales que ayudaban a la economía de un país con su trabajo, pero no desde un escritorio, sino bajo la tierra…
Las horas que pasaban en la cruz eran de agonía y sufrimiento, el galileo estaba clavado en una cruz manchada de sangre que también tenía un olor llamado Amor, este último no estaba en las sinagogas sino en el corazón de los seres humanos…
Todo un país se unía en ayuda de los hombres que estaban bajo tierra, no habían diferencias sociales, políticas ni religiosas, todos tenían un objetivo, orar a Dios por aquellos que estaban a 700 mt de profundidad…
Soldados romanos, judíos y familiares veían el sufrimiento del galileo, todos tenían un objetivo que era esperar que el hombre mágicamente bajara de la cruz y se salvara del castigo de la muerte que venía, en ese momento la tierra tembló desde 700 mt de profundidad…
Llego el amanecer y se escucharon golpes bajo tierra, los profesionales decían que quizás eran rocas que habían caído, pero los familiares, sobretodo las mujeres esperaban con mucha fe en el campamento que se llamaba esperanza…
Mujeres en la mañana, llegaron a ver el sepulcro donde habían dejado al galileo, se dieron cuenta que habían movido la roca y el galileo había vuelto a vivir, tal cual lo había dicho Él mismo y algunas profecías…
Había una última sonda que se estaba acercando al lugar donde estaban estos hombres, y confiadamente estos últimos seguían orando a Dios desde su corazón esperando que todo resulte bien. En ese momento aparece Jesús que venía del sepulcro, se acerco a los hombres y les dijo:
-¡¡Vine porque escuche sus oraciones cuando estaba clavado en la cruz!!…
-El mayor de los hombres le dijo; ¡¡Hemos clamado tanto a ti en todos estos días!!...
El galileo respondió:
-¡¡Estuve con ustedes siempre, proporcionándoles oxigeno, agua y esperanza, también escuche las oraciones de todo un país que pedían por ustedes!!…
-El menor de los hombres se acerco y beso los pies del galileo y le dijo: ¿Señor porque nos dejaste vivos?
El galileo le respondió:
-¡¡Por qué tienen que comunicar que yo también estoy vivo!!...Eso sí, no le digan a nadie que estuve con ustedes, y den gracias a Dios mi Padre, el que me envió…
En ese momento aparece la sonda y rápidamente los hombres pusieron un papel dentro de una pequeña bolsa que decía:
“Estamos bien en el refugio los 33”
El galileo antes de irse les dijo:
-¡¡A mis 33 años entro al corazón de 33 mineros que me necesitan!!
Ellos con lágrimas en sus ojos le respondieron:
-¡¡Nosotros, los 33 mineros te seguimos desde hoy!!
Arriba en la tierra, había alegría, abrazos y llantos…
Un Galileo resucito al tercer día, y unos mineros resucitaran saliendo de la tierra al tercer mes y menos…
Con el Cariño de Jesús / Andrés Contreras
Estudiante de Bachiller en Teología
Concepción-Chile