La teología folklórica
La teología contextual no debe ser superficialmente "folklórica"; deber ser intercontextual en el espqcio y el tiempo.
La teología folklórica
Juan Stam B.
En los años 60 y 70, en mis clases de teología evangélica en el viejo Seminario Bíblico, siempre estudiamos una ponencia de José Míguez-Bonino titulada "Nuevas Perspectivas para el estudio de la teología" (según recuerdo el título). Era un llamado a una teología contextual latinoamericana. Sin embargo, con la sabiduría y madurez que le caracterizaba, nos advirtió del peligro de caer en una "teología folklórica", que llamó también "teología con guitarra".
La teología folklórica es uni-contextual; da espaldas a todo contexto que no sea el suyo. Es otra forma del etnocentrismo y xenofobia que caracterizan mucho de la teología del primer mundo. Una vez, cuando propusimos un seminario sobre Dietrich Bonhoeffer, un estudiante "folklórico" protestó, "¿Qué nos pueden enseñar esos europeos?"
En los años 70 participé en un proyecto del Consejo Mundial de Iglesias sobre la contextualidad al nivel mundial. Vimos que para ser ecuménica, cualquier teología tiene que pasar del nivel de 'contextual-local" al nivel de "inter-contextual universal". Vimos por ejemplo lo que los latinoamericanos pudimos aprender de la iglesia de la India sobre el culto contextual, y ellos aprender de nosotros sobre la hermenéutica comprometida.
La inter-contextualidad debe ser tanto geográfica (con otras regiones del mundo) como cronológica (con otras épocas de la historia).
Una iglesia sin historia, que no recuerda sus orígenes ni les da importancia, va a ser una iglesia desorientada. A veces hay que analizar el pasado para corregirlo. En gran parte de América Latina, la iglesia "evangélica" nació muy poco evangélica. Nació legalista y muy negativa (anti-católica, anti-ecuménica, anti-comunista). Ignoraba la bellísima teología de la gracia de Dios según San Agustín, los Reformadores y Karl Barth.
De las cuatro teologías en el protestantismo -- fundamentalista, evangélica (en sentido teológico), pentecostal y liberal -- tres nacieron en Europa y una en los Estados Unidos. La Teología de la Liberación es de origen latinoamericana, pero en su formulación suelen surgir las mismas teologías, más el catolicismo, por supuesto, y menos el fundamentalismo. A veces estos ingredientes no corresponden a la realidad latinoamericana.
En otra dimensión, del culto y la música, me parece que igual debe ser contextual pero también inter-contextual. Es inspirador cantar los conmovedores himnos autóctonos del obispo Pagura y de Mortimer Arias, pero éstos no deben desplazar a "O tu fidelidad", escrito por un humilde pastor metodista que pasó toda la vida en gran pobreza. Es hermoso cantar, en la Navidad, los bellos villancicos de nuestras tierras, pero sin excluir los de España, Alemania y de los países anglo-parlantes.
Al tener en nuestras manos un buen himnario, tenemos entre nuestros dedos los largos siglos de la fe cristiana. Al cantar los himnos estamos adorando, junto con todos ellos, al "Rey de los siglos" y al Señor de señores de ayer, hoy y siempre.