La Navidad: dos poemas por Rv. Obed Vizcaíno
El Rv, Obed Vizcaíno es pastor de la Comunidad Reformada de Maracaibo, Venezuela. Sus poemas siempre son de gran inspiración.
Emanuel
¡Dios humanidad!
Transitas por este mundo,
hecho carne, sentimiento y dolor,
constancia y liberación.
¡Dios esperanza!
Nos das aliento en las luchas cotidianas,
de los pueblos que caminan las rutas necesarias
del compromiso y de la liberación.
¡Dios humildad!
Te ofrezco mi corazón como pesebre,
como cuna de tus sueños que son los míos.
Te ofrendo mi esfuerzo cotidiano,
Mis lágrimas y mis alegrías que son tuyas.
¡Dios realidad!
Permite en este tiempo que cuide tu fragilidad,
niño nacido en nuestra tierra que se libera,
del imperio que siempre persiste en las ambiciones
de quienes se han convertido en lobos sanguinarios
de hombres y mujeres de nuestra tierra.
¡Dios hermano!
Ejemplo solidario hecho cotidianidad,
vives en nosotros y a través de nuestras acciones.
Somos tus brazos y manos tendidas a los débiles,
aquellos olvidados por la sociedad y la religión,
dignificados por tu acción y amor infinitos.
¡Dios salvación!
Encendemos esta luz en tu honor,
para que alumbre nuestros corazones,
que ofrecemos pronta y sinceramente,
encendidos por la llama de la fe.
¡Emanuel!
Dios eternamente con nosotros y nosotras,
transitamos contigo caminos de divinidad.
Construcción de Nueva Humanidad,
Hombres y Mujeres libres,
Cielo y Tierra Nuevos.
¡Feliz Año
¿Feliz?
Quizás para los más ricos,
para quienes tienen trabajo,
los que tienen a su familia cerca.
¡Feliz Año!
Viene un nuevo año,
nueva etapa,
oportunidad.
¿Para quienes?
¡Feliz Año!
A pesar de un mundo en guerra,
por la lógica de las naciones poderosas.
Hacen alardes de abundancia de presupuestos,
para matar e invadir pueblos,
enviando jóvenes a morir,
por causas criminales e injustificables.
¡Feliz Año!
Ambición del mercado.
Capitalismo salvaje,
economías hambrientas de petroleo,
poder y recursos naturales.
¡Feliz Año!
¿En el corazón de una madre,
que ha sentido el dolor de la muerte
del hijo que salio a trabajar,
pero que nunca regresó con vida?
¿Puede ser feliz un año en la mente
de quien se ve obligado a delinquir?
¡Feliz año!
Quizás en la mente y corazones,
de quienes no han puesto su confianza
en lo simplemente material.
En los sentimientos de quienes
han aprendido a compartir lo poco,
y lo extrañamente abundante,
en ocasiones extraordinarias.
¡Feliz Año!
En mi barrio, mi familia,
En mi patria y en mi ciudad.
Debe ser para todos y todas,
no de unos cuantos,
de unos pocos,
o privilegiados.
¡Feliz Año!
Que el abrazo y besos sean sinceros,
superando al Caín egoísta y sanguinario
que vive en nuestras conductas,
en nuestras indiferencias,
competencias desleales
e insensibilidad.
¡Feliz Año!
Que nuestras doce uvas
del tiempo final de un año,
no sean de amargura o tristeza,
sino que traigan a nuestras vidas
la alegría sincera y verdadera hermandad.
¡Feliz Año!
¿Para quienes?
Para los que han hecho del amor,
su mayor y única opción,
para quienes son solidarios,
con los más pobres,
con los sin techos,
y encarcelados.
¡Feliz Año!
Para nosotros y nosotras,
si compartimos nuestro pan y afectos.
Para quienes son capaces de dar amistad,
solidaridad sincera.
¡Feliz Año!
Dame un abrazo hermano,
déjame besarte hermana.
Sientan mis brazos,
que sienta yo sus afectos.
Sentémonos a la mesa,
hagamos a Jesús presente,
en el gesto necesario de unidad,
compartiendo nuestro pan y vino.
¡Feliz Año!
Cielo y Tierra Nuevos,
Nueva Humanidad.
Un Mundo Otro,
fraternalmente necesario.
¡Feliz Año!
¡En cielo, mar y tierra,
a los hombres y mujeres,
de buena Voluntad!
¡Feliz Año!
Obed Juan Vizcaíno Nájera.
Maracaibo- Venezuela.
Diciembre 2009.