Artículo de Dale B. Martin sobre homosexualidad: Análisis exegética
Dale B Martin es profesor de religion en Yale, bisexual, erudito y famoso. Su artículo alude a docenas de fuentes antiguas, desde siglos antes de Jesús hastra siglos después. Cuando busqué las fuentes mismas, en su contexto original, me quedé decepcionado de su aparente "erudición"
Análisis exegético del artículo
"Arsenokoités and Malakos: Meanings and Consequences"
por Dale B. Martin
en Biblical Ethics & Homosexuality: Listening to Scripture, Robert L. Brawley ed.
(Westminster John Knox Press 1996).[1]
Dale B. Martin, profesor de ciencias de la religión en la Universidad Yale y discípulo del famoso John Boswell, también profesor de Yale, es uno de los mayores defensores de la igualdad sexual y por lo tanto opositor férreo de toda homofobia, incluso en la interpretación bíblica. Sus artículos y libros hacen época en los debates exegéticos con referencia a la diversidad sexual. Para algunos/as, los argumentos de Martin son la refutación definitiva de la interpretación de arsenokoitai como "homosexuales" y de malakoí como el participante pasivo en una relación homosexual.[2]
Martin repite varias veces que no escribe tanto para aclarar el significado de las dos palabras griegas que menciona como para desenmascarar la ideología que priva en las interpretaciones conservadoras de 1Cor 6.9. No cabe duda de que prejuicios "ideológicos" a veces figuran en la oposición a la igualdad sexual, pero al analizar el escrito de Martin tendremos que preguntarnos si él no es culpable de lo mismo. Desde el primer párrafo ridiculiza a sus opositores, juzga sus motivaciones, generaliza sus juicios de ellos, interpreta tendenciosamente los textos y juega con caricaturas. Parece que nunca ha conocido a pensadores como Gordon Fee, Conzelmann. F.F. Bruce y N. T. Wright, que no caben en el estereotipo de fundamentalistas fanáticos con lo que trabaja él. Por eso hay que preguntar si Martin es menos ideológico que los objetos de sus burlas. Parece un caso de los zopilotes tirando a las escopetas. Su artículo hubiera sido más convincente, y más responsable, si hubiera sido menos subjetivo y visceral.
El argumento de Martin:
Martin descarta desde un principio la interpretación de arsenokoitês como "homosexual"(arsen, varón y koitê, cama, coito), señalando con un humor un poco sarcástico que el vocablo inglés "understand" no tiene nada que ver ni con "under" ni con "stand" y que "chairman" no tiene que ver con sillas. Además, afirma que derivar de los dos componentes del término el significado de "homosexual" cae en el error de la interpretación etimológica. Más bien, afirma Martin, su sentido debe determinarse por su uso en el mayor número posible de textos parecidos. Partiendo de la premisa de que en las listas similares los vicios están organizados lógicamente según los tipos de vicio,[3] Martin analiza una serie de pasajes y afirma que en esas listas arsenokoites no aparece entre los pecados sexuales sino entre los pecados sociales y especialmente económicos. De esos argumentos Martin concluye que el término se refiere al abuso del sexo (posiblemente homosexual) para hacer daño a otras personas.
Con un estudio similar de malakós (literalmente "suave, delicado") Martin concluye que toda la amplísima gama de significados se concentra en un concepto misógino de femineidad y afeminación. No implica, según Martin, ninguna referencia necesaria a relaciones homosexuales ni al "participante pasivo" de tales relaciones. Al contrario, la literatura antigua habla de malakoí que eran apasionadamente heterosexuales.
Crítica exegética sobre arsenokoitês:
Para ridiculizar la interpretación de arsenokoitês como "homo-sexual" Martin, con su característico dogmatismo, escoge los ejemplos absurdos de "under-stand" y "chair-man" y critica la interpretación tradicional como un argumento de etimología. Sin embargo, cuando ambos términos de la palabra compuesta son claros e ipso facto entendibles, el análisis diacrónico (etimología) es totalmente innecesario. Abundan palabras compuestas cuyo significado es inmediatamente evidente: guardameta, guardacostas, robacarros, lavacarros, rompecabezas, limpiabotas, y muchas más.[4] En el inglés, lengua materna de Martin, similares palabras compuestas son frecuentes: weekend, headhunter, cheerleader, sunlight, sunbeam, sunrise, sunset, suntan, sunburn etc. Contrario a la impresión de sofisticación lingüística, este argumento de Martin es superficial, tendencioso y exegéticamente irresponsable.
Los dos componentes de arsenokoitês parecen derivarse de la condena de homosexualidad en Lev 18:22 Lxx, meta arsenos ou komêthêsê koitên gunaikeian. Además, en el griego existían otras palabras compuestas con una estructura idéntica o parecida: mêtêrkoitês (quien tiene sexo con la madre), doulokoitês (que tiene sexo con esclavos), arsenothêlus (hombre-mujer; hermafrodita), polukoitês, polukoinia, polukoiteô (duerme con muchos hombres o mujeres; cf. polukoimêtos, que duerme mucho), arsenomanês (loco por los hombres), arsenôma (semilla de varón) y arsenomixio, arsenomiktes (homosexualidad, homosexual).[5]
De estas evidencias queda bien claro que el adjetivo arsenokoitês significa "varón que se acuesta con otro varón". Dale Martin, sin embargo, rechaza este sentido obvio, aparentemente natural, y apela a un argumento que resulta mucho menos convincente, del posicionamiento del término en otras listas de vicios. En ese proyecto Martin analiza el empleo de arsenokoitês en Oráculos Sibilinos 2:73; Hechos de Juan #36; Teófilo, Ad Autólico; Hipólito, Refutación de todas las herejías 5.26.22s y Bardesanes (según Eusebio, Preparación para el Evangelio 6.10.25).
Un pasaje que a Dale Martin se le olvidó:
Más pertinente para el tema es un texto que Martin no menciona en todo su artículo, la epístola de Policarpo a los Filipenses 5:3:
Igualmente, que los jóvenes sean irreprensibles en todo, teniendo cuenta, ante todo, de la castidad y sofrenándose de todo mal. Bueno es, en efecto, que nos apartemos de las concupiscencias (epithumía) que dominan en el mundo, porque toda concupiscencia milita contra el espíritu, y ni los pornoi (fornicarios), ni los malakoí (_afeminados) ni los _arsenokoitai (homosexuales) han de heredar el reino de Dios...
Este pasaje, fechado 107-8 d.C. a pocas décadas de la vida de Pablo,[6] aparece en una serie de exhortaciones a los diáconos (5:1-2), los jóvenes y vírgenes (5:3), los ancianos (6:1-2) y a todos (6:3). La exhortación a los jóvenes se concentra en lo sexual, bajo la categoría general de epithumia, desglosada en los tres grupos de pornoi, malakoí y arsenokoitai. Es claramente una lista de vicios ("vicelist"). Es significativo que aquí, en este primer ejemplo, arsenokoitai aparece entre los pecados sexualessin la menor referencia a lo económico ni a daños a otras personas. La frase "no heredar el reino de Dios" sugiere que Policarpo está reconrdando el texto de 1 Cor 6:9. Todo esto plantea un problema serio para la tesis de Dale Martin.
¿Cuán convincentes son los pasajes que cita Martin sobre arsenokoitês?
El primer texto que Martin trae a colación es Oráculos Sibilinos 2:73, donde en algunas versiones la prohibición "No practica la homosexualidad" aparece entre el robo de semillas (2:71) y la infidelidad a las confidencias (2:73b), en un largo pasaje de temas económicos sin otra referencia al sexo. Sin embargo, de todo este pasaje Alejandro Díez Macho, respetado autoridad en materia de escritos apócrifos, dictamina que "la evidente interpolación de los vv. 56-118, tomada burdamente del Pseudo-Focílides" no merece considerarse parte de OrSib 2, por lo que decide omitir toda la interpolación de su versión de OrSib 2 para la Biblioteca de Autores Cristianos (BAC).[7] En el original de "Las Sentencias" de Pseudo-Focíldes, fuente de la larga interpolación, la prohibición de homosexualidad aparece en su debido lugar, en un extenso pasaje sobre el sexo (Charlesworth II:581). La anomalía de OrSib 2:73 no es más que vestigio de un interpolador tan confundido que ni pudo introducir bien su interpolación.
El segundo pasaje citado por Martin es Hechos de Juan (AcJn) 36. Se trata de un largo discurso, confirmado por la sanidad divina colectiva de unas ancianas muy enfermas, llamando a los varones de Éfeso a arrepentirse y convertirse a Cristo (pgr 33-36). Se dirige a ellos como "presos de la incredulidad y esclavizados por deseos vergonzosos" (pgr. 33), El predicador pasa de tema en tema casi sin relación lógica o temática. Contrario al argumento de Martin, el documento no da otra lista de pecados sexuales en la que no incluye la homosexualidad. Solamente menciona, en párrafo 35, el adulterio, después del orgullo por la belleza física y antes del pecado de negarse a ayudar a los pobres.[8] Menciona dos veces, por separado, el pecado de gloriarse en la riqueza. Termina con dos listas finales, una de vicios variados y otra de personas, separadas por un llamamiento al arrepentimiento[9]. El análisis de todo el discurso deja muy dudosa la interpretación de Martin.
En tercer lugar Martin apela a Teófilo de Antioquía, ad Autólico 1.2 pero de nuevo hay serios problemas textuales. Ruiz Bueno, en Padres Apologistas Griegas de la BAC (Madrid 1954) defiende el texto de Bardy y Sender (rechazado por Martin) y lo escoge para su traducción (p.766-767). Como especie de requisitos morales para conocer a Dios, Teófilo desafía al pagano Autólico a demostrar que él no es moijos, pornos ni arsenokoitês.[10]
Martin mismo reconoce que su tesis tiene serias dificultades con los pasajes de Hipólito y Bardesanes. Al fin de tanta investigación, el argumento de la colocación de arsenokoitos en las listas de vicios convence menos que las evidencias lexicográficas del término mismo, que Martin descarta muy ligeramente, y el importante testimonio de Pol. 5.3, que Martin ni menciona. Estos frecuentes problemas textuales subrayan lo precario del argumento sólo del posicionamiento de determinados términos en supuestas listas de vicios.[11]
Crítica exegética sobre malakós:
Antes de analizar el significado de malakós, Martin analiza la historia de las traducciones del término en inglés. Las versiones impresas más antiguas lo traducen con "weakling" ("debilucho"; Tyndale 1534; Coverdale 1535; Cranmer 1539). Del fin del siglo XVI hasta el XX, la traducción preferida en ingles era "effeminate" (Versión del Rey Jaime, 1611), pero igual que con arsenokoites, a partir de mediados del XX ocurre un cambio curioso: desaparece la traducción "afeminado" para ceder el lugar al empleo de términos sexuales como "sodomita", "pervertido" o "prostituto". La conclusión, según Martin, es que "este viraje en las traducciones no resultó de las evidencias filológicas sino de cambios en la ideología sexual".
Para contextualizar este argumento desde América Latina, sería necesario analizar las traducciones bíblicas al castellano, para ver si era parecido o diferente el desarrollo de la ideología sexual en los países de habla hispana. Por otra parte, los idiomas son muy dinámicos y viven en constante evolución, sobre todo en las connotaciones sociales y sicológicas de los términos (la sociolingüística). Además. entre los años 1600 y 1950 ocurrieron cambios revolucionarios en la lingüística y la filología (papiros de Egipto, rollos de Qumrán) que afectaron grandemente las traducciones bíblicas.
Martin inicia su exposición de malakós explicando que entre los muchos significados que tiene, el elemento central común es la categoría de lo femenino, y la esencia de lo femenino es el ser penetrado. Según la antigua ideología sexual, señala Martin, "las mujeres existen para ser penetradas". Por eso, "un hombre que se dejaba penetrar... podría tildarse de malakós".[12] Aunque Martin rechaza la interpretación de malakós como "participante pasivo" en una relación homosexual, afirma en repetidos pasajes esta íntima relación entre malakós y penetración sexual. El campo semántico de malakós es vasto, siempre alrededor del eje "suave". De las cuatro veces que aparece en el NT, las otras tres (Mt 11:8ab; Lc 7:25) se refieren a la ropa lujosa de los que viven en palacios. Entre otros significados de malakós en la literatura griega aparecen tierno, tímido, cobarde, perezoso, lujurioso y sensual. Viven con lujos, lo que produce decadencia y degeneración, con todos los apetitos fuera de control. En realidad, hay pocas cosas malas que no se incluyan en el empleo de este término. No significa homosexual, porque hay muchos malakoí que no lo son, pero por otra parte, todos los homosexuales penetrados eran malakoí. Por eso, este término en 1Cor 6:9 bien puede significar "homosexual", y aun "penetrado", pero no necesariamente, porque podría tener alguno de los muchos otros significados que le caben.
Martin afirma repetidas veces, con evidente satisfacción y placer, que un malakós puede ser un ardiente y apasionado heterosexual. "En el mundo antiguo", escribe, "la afeminación se asociaba tanto con el sexo heterosexual como con el homosexual, o aun más".[13] Afirma repetidamente que malakós se refiere mucho más a menudo a la sexualidad heterosexual que a la homosexual. Pretende demostrarlo por el método de "estudio de palabras" (word study) del término malakós, pero para documentar su "aun más" tendría que haber analizado todos los textos donde aparece la palabra.[14] Al contrario, Martin ha escogido los pasajes que parecen apoyar su tesis y omitido otros textos claves como Pol Fil 5:3.
De los pasajes citados por Martin para este argumento, la mayoría están alejados del mundo de Pablo en el tiempo (p.ej. Aristófanes, 400 a.C) y en cultura (comedias eróticas de Plautón; una novela romántica de Chariton) y difícilmente estarían en el campo semántico de malakós para Pablo a mediados del primer siglo. En otros argumentos de su estudio de esta palabra, Martin no da suficiente atención al contexto de los pasajes. Por ejemplo Filón, en su relato del desorden moral de Sodoma (de Abraham 133-138), describe primero la situación general de toda la población, incluso "los que buscan con pasión loca a las mujeres" (133-135a) y después denuncia el sexo entre hombres (135b-136). No dice que eran malakoi los que con pasión enloquecida seducían las esposas de otros hombres ni tampoco Filón aplica el término malakós a ellos.
Igualmente, del drama Ekklesiazusae ("Asamblea de las mujeres") de Aristófanes, del que Martin cita la frase de una vieja a un joven, "Ven mi suavecito" (malakion), para invitarlo al sexo heterosexual, pero no aclara el contexto necesario para interpretar bien el uso del término. Como indica el título del drama, las mujeres de Atenas, inspiradas por la formidable Praxagora, se han vestido de hombres para invadir la ekklesia de la ciudad, tomar el poder y establecer un socialismo radical, hasta en el sexo. El sexo será totalmente abierto a todos y a todas, pero antes de tener sexo con su querida o querido, el varón tendrá que tener sexo primero con una vieja fea o la joven con un viejo nada atractivo, para acostarse sólo después con su novia o novio.[15] Las viejas tenían autorización legal para obligar a los varones a ir a acostarse con ellas.
En eso viene un joven que busca a su novia pero se encuentra con una vieja fea que pretende obligarle a tener sexo con ella, como exige la ley. Queda empatado el debate con esa primera bruja cuando entra una segunda vieja, aun más fea, y una tercera todavía más repugnante. En sus muchos argumentos para persuadir el joven a "cumplir la ley" y acostarse con ellas, las viejas emplean una gran variedad de epítetos, algunos cariñosos pero muchos irónicos. El uso de malakós por una de las viejas obviamente era un insulto con que se burlaba de él por no querer tener sexo con ella. Al final del drama el joven todavía no se ha acostado con nadie, al contario de la versión de Martin. Con las viejas no quiere, y con la joven no se lo permiten ellas[16]
Al fin de su largo análisis, Martin confiesa que no sabe con seguridad qué significan estos dos términos, pero se inclina a pensar que arsenokoitês probablemente se refiere a uno que hace daño al prójimo (quizá por explotación sexual) y que malakós probablemente significaba "afeminado".
Conclusión:
Dale Martin ha articulado un argumento masivo contra las interpretaciones tradicionales, a menudo homofóbicas, de arsenokoitês y malakós. Aunque su estilo es dogmático y sarcástico, y sus argumentos, examinados críticamente, son tendenciosos y a veces claramente errados, su trabajo tiene mucho que enseñarnos en varios sentidos.
Un tema del pensamiento de Martin, repetido a lo largo de su artículo, llama mucho la atención. Lo propio de la mujer, insiste el autor, es el ser penetrada, mientras lo propio del varón es penetrar y eyacular. Entonces podemos preguntar, ¿No apoya eso la interpretación del malakós como el afeminado agente pasivo que es penetrado y el arsenokoitês como el agente activo (masculino) que penetra y eyacula? Martin ridiculiza esa interpretación con tremendo desprecio: los que afirman eso o son ignorantes, dice, o son deshonestos. Pensadores como F.F. Bruce y Gordon Fee merecen más respeto que eso.
Martin concluye su artículo con una advertencia, muy justificada, contra la explotación homofóbica de la Biblia. La exégesis fiel es un deber cristiano, pero la mejor exégesis puede ponerse al servicio del prejuicio y del odio. Martin cita unas palabras de San Agustín sumamente apropiadas para todos y todas: "Quien juzga haber entendido las divinas Escrituras o una parte de ellas, y con esta inteligencia no edifica este doble amor de Dios y del prójimo, aun no las entiende" (Sobre la doctrina cristiana 1.35.40).
¡En eso todos debemos estar de acuerdo!
[1] Curiosamente, en todo el artículo ambas palabras vienen mal escritas, arsenokoites con un acento que no debe tener y malakós sin su debido acento. Para acceder al artículo mismo, en inglés, busque http://www.clgs.org/5/5_4_3.html , o digitar "Dale B. Martin arsenokoitês" en Google.
[2] Para conocer el estilo personal de Martin, su humor y sarcasmo y algo de sus propias experiencias sexuales, teclee www.clgs.org o escriba "Dale B. Martin Boswell lecture" en Google para la conferencia inaugural "John Boswell" en el "Center for Lesbian and Gay Studies in Religion & Ministry" en Berkeley, California.
[3] Martin apela a los escritos de Anton Vögtle, Die Tugend- und Lasterkataloge im Neuen Testament (1936), y de Ehrhard Kamlah, Die Form der katalogischen Parades im Neuen Testament (1964).
[4] Omito el ejemplo vulgar que alude a personas que comen excremento.
[5] Fuentes: diccionarios de Danker y de Liddell-Scott-Jones.
[6] Policarpo, en su larga vida (ca. 69-155), según Ireneo, fue discípulo del apóstol Juan y pudo vivir los acontecimientos de finales del primer siglo y primera mitad del segundo.
[7] Díez Macho, _Apócrifos del Antiguo Testamento¸_Tomo III pp.243,280. De los tres grupos de manuscritos de OrSib 1-2. solo el grupo Psi contiene esta larga interpolación, que falta en los manuscritos de los grupos Omega y Phi. Casi todos los manuscritos de pasaje son del siglo XV (Charlesworth 1:321,330).
[8] Aunque habla a varones, el autor menciona por aparte el adulterio de las mujeres. Es muy posible que los "deseos vergonzosos" del saludo inicial se refieran al pecado sexual, pero no está en ninguna lista.
[9] Estas dos listas finales son las únicas en todo el pasaje (pgr. 33-36).
[10] De las dos últimas fuentes citadas por Martin, (Hipólito, Refutación de todas las herejías 5.26.22 y Bardesanes, citado en Eusebio, Preparación para el Evangeligio 6.10.25 II-III) él reconoce que favorecen el significado de arsenokoitês como sexo entre dos varones, aunque sugiere ciertas reservas.
[11] No es lo mismo una serie de exhortaciones diversas y una lista de vicios, donde supuestamente rige la lógica temática de la colocación de los términos en que se basa el argumento de Martin.
[12] Martin explica en seguida que no todo malakós lo es por haber sido penetrado, aunque todo varón penetrado es un malakós. Eso favorce en cierto sentido la posibilidad de que el término en 1Cor 6:9 se refiere al participante pasivo.
[13] Como el artículo en Internet no señalaba las páginas, con una búsqueda de "heterosexual" se encontrarán varias citas en este sentido.
[14] Obviamente, no vienen al caso pasajes donde malakós significa suave, fino, tierno, tímido, etc, sino solo las referencias sexuales.
[15] La legislación aprobada por las mujeres, según el drama, no tomaba en cuenta el caso de relaciones homosexuales. El joven se muestra muy fuerte y decidido, sin características propias de malakia.
[16] Este análisis del drama se basa en la traducción en Great Books of the Western World, Tomo V (Chicago: Encyclopedis Britannica, 1952).