Antonio Trejo Cabrera: pastor, abogado, mártir; ¡Cristiano!

Un mártir hondureño que dio su vida por los pobres y por la justicia

Juan Stam
Juan Stam

Antonio Trejo Cabrera:

pastor, abogado, mártir;

¡Cristiano!

Antonio Trejo Cabrera era un pastor evangélico y además un abogado muy respetado que hacía de su trabajo profesional un ministerio cristiano de amor al prójimo.  Además era un patriota que amaba a su patria, Honduras, y a su pueblo catracho. Amaba especialmente a los campesinos y campesinas del Bajo Aguán, en el noreste de su país, y dedicaba todo su esfuerzo a la defensa de ellos. A pesar de las constantes amenazas de muerte, seguía adelante en la lucha por la justicia.

El sábado. 22 de setiembre recién pasado, fue un día de mucha actividad para el Lic. Trejo. En la mañana participó con unos colegas en un programa de radio en que denunciaban los abusos del gobierno golpista. En la noche le tocaba oficiar una boda en Colonia América de Tegucigalpa, muy cerca del aeropuerto Toncontín. Cuando salió de la iglesia, por ahí de las 8:30 p.m., le esperaba un asesino que lo acribilló con cinco tiros. Fue llevado a un hospital, donde falleció poco después de la medianoche.[1] Dejó su esposa ya viuda mas una hija de 16 años y un hijo de once.

Antonio Trejo dio su vida, en el nombre de Cristo y del evangelio, por defender el derecho de los campesinos a la tierra. La situación de la tierra agrícola en Bajo Aguán era (y es) terriblemente conflictiva. Se trata de tierras que unas reformas agrarias de los 80s asignaron a los campesinos pobres, pero en 1994 Miguel Facussé y otros terratenientes tomaron por engaño muchas de esas fincas.[2] A veces fue por amenazas a los dirigentes campesinos o violencia contra ellos, o por firmar acuerdos de compra fraudulentos con campesinos que no estaban autorizados a vender las fincas. En 1996 veintiocho cooperativas se unieron para comenzar la lucha de recuperar las tierras perdidas. En 2009 el presidente Zelaya comenzó el proceso de renegociar esas tierras, pero dos semanas después el golpe militar puso fin a ese esperanzador proyecto.

En diciembre de 2009 veintiocho cooperativas campesinas organizaron el MUCA (Movimiento Unificado de Campesinos del Aguán) y Antonio Trejo asumió la defensa legal de ellos. Contra el hombre más rico y poderoso del país, Miguel Facussé, este abogado cristiano luchó con todas las armas de la ley, y venció. El 19 de abril de 2010 el Instituto Nacional Agrario (INA) firmó un acuerdo para comprar 11.000 hectareas para 24 de las cooperativas (Cuatro optaron por no firmar y formaron MARCA, Movimiento Auténtico Reivindicador del Aguán, para seguir más bien con la lucha legal). Debido al trabajo legal del abogado Trejo, en 2011 y en 2012 las cortes emitieron una serie de veredictos a favor de las cooperativas, anulando las "compras" fraudulentas y devolviendo los títulos de propiedad a tres de las cuatro fincas. El 29 de junio, 2012, vencida la plaza legal de apelación, la policía nacional desalojó de esas fincas a los agentes de seguridad de los usurpadores. La respuesta de éstos ha sido más maniobras corruptas contra la decisión de las cortes y sobre todo una ola de violencia sin precedentes.[3] Cuando Trejo y los campesinos protestaron, fueron arrestados. Ante las constantes amenazas de muerte, el abogado Trejo puso un campo pagado en "La Tribuna" culpando a Miguel Facussé y René Morales por las amenazas y su eventual muerte.

José Cabrera, otro abogado del MARCA, comentó sobre este largo proceso, “En Honduras la justicia está al servicio de los terratenientes. Hemos demostrado con los hechos que los campesinos tienen la razón y se emitieron sentencias firmes que ya fueron ejecutadas. Sin embargo, estamos viendo como se está presionando a los jueces para que dejen sin valor ni efecto estas sentencias, abriendo paso a nuevos desalojos contra las familias del MARCA”. Según Ana Pineda, Ministra de Justicia y Derechos Humanos. el mayor problema es "la impunidad que sigue existiendo ante violaciones de los derechos humanos".

Berta Oliva, directora de COFADEH (Comité de familiares de los desaparecidos en Honduras) comenta así los asesinatos de Trejo y Díaz Mazariego: "Los que conspiran contra el pueblo no tienen ningún empacho en eliminar a quienes les estorben en su propósito de hacer negocios en el país. -Defender los derechos de los más desposeídos es suficiente para ser blanco de ataques homicidas en Honduras… Las instituciones del Estado siguen ausentes, desplomadas, incapaces de operar justicia, coludidas con los asesinos. Y nos están asesinando, exterminando con total impunidad. En menos de 72 horas asesinaron al abogado Trejo y al fiscal Díaz Mazariego. Nos sentimos solas, agobiadas y demandamos, exigimos, la presencia de la comunidad internacional al lado de este pueblo. Nos preocupa, por ejemplo, que el Departamento de Estado [de EUA] diga en su informe que en Honduras ha habido avances en materia de justicia y de eficiencia del Ministerio Público. La impunidad no se combate con mentiras, ni con más militarización o involucrando en una supuesta solución a los que fomentan y son cómplices de la impunidad."

El 26 de setiembre Navanethem Pillay, Alta Comisionada de Derechos Humanas de la ONU, señaló "la inseguridad crónica de abogados, periodistas y defensores de derechos humanos" en Honduras. "Tristemente", agrega Pillay. "estos abominables asesinatos están lejos de ser casos aislados; son emblemáticos de la inseguridad crónica que enfrentan abogados, periodistas y otros defensores de derechos humanos en el país." Afirmó que “existe un clima amenazante de inseguridad y violencia en Honduras, y los defensores de derechos humanos son blanco de amenazas, intimidación, agresiones físicas y asesinatos. La impunidad ante estas violaciones es inaceptable. Cuando los responsables saben que es muy probable que se salgan con las suyas, no hay nada que disuada de asesinar otros destacados defensores de derechos humanos del país”. La Alta Comisionada llamó al gobierno de Honduras a "tomar medidas urgentes para combatir la impunidad imperante que fomenta crímenes como éstos."

Según el Colegio de Abogados de Honduras, 74 abogados han sido asesinados en los últimos tres años, sin una respuesta adecuada por parte de las autoridades. Asimismo, más de 60 personas han muerto en el marco de conflictos de tierra en los últimos dos años. Lamentablemente, es evidente que el gobierno golpista de Honduras sigue siendo un régimen de muerte, contrario a la propaganda engañosa de sus defensores y el silencio casi total de los medios de comunicación.

Gracias a Dios por discípulos de Jesucristo como Antonio Trejo Cabrera, que en medio de tanta muerte, corrupción, injusticia y mentira, han seguido fieles hasta las últimas consecuencias. ¿Pero dónde ha estado la voz de la Confraternidad Evangélica Hondureña, que desde el principio ha defendido el golpe? ¿Cómo pueden seguir callados ante el criminal asesinato de su colega en el ministerio pastoral?

Hoy también Cristo nos dice, " Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida".

[1] Dos días después sicarios asesinaron a Manuel Eduardo Díaz Mazariego, también abogado, Fiscal de Derechos Humanos para Choluteca. Para denuncias anteriores de los asesinatos políticos en Honduras pueden consultar www.juanstam.com 4.24.10; 7.6.10; 8.21.10; 10.30.10; 5.3.11; 12,3,11.

[2] Otros magnates terratenientes del Aguán son Reynaldo Canales, René Morales y Reinaldo Villalobos.

[3] Antes de morir, Antonio Trejo tenía programado para octubre un viaje a Washington para audiencias con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.



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